Hora de contar tu historia…de manera diferente

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Hola a todos! Para este inicio de semana te traigo un ejercicio muy útil e interesante de un libro que estoy leyendo llamado: «No te compliques: desenreda tu pensamiento y sé feliz» de Mario Guerra.

Si, porque todos tenemos una historia personal, la vamos formando contándola a los demás pero sobre todo contándonosla a nosotros mismos identificándonos con ese «personaje» cada vez mas, hasta que sentimos que ésa es la realidad (casi absoluta) y que lo que nos pasó nos marca permanentemente, sin darnos la oportunidad de re-significar nuestra vida.

Por el contrario, siempre es posible darle un nuevo significado, contarnos esa historia desde otra perspectiva evitando el drama innecesario, moviéndonos de la cómoda silla de la victima para recordar la lección inherente a lo que nos sucedió pero sin perder de vista que como dicen: lo que nos pasa no tiene porqué pasarle a nuestra alma.

Otro problema se presenta cuando ni siquiera contamos nuestra historia y nos guardamos dentro un cumulo de secretos y experiencias… y qué tiene de malo esto? pues que si no las expresamos se quedan en nuestro interior como a echándose a perder. Nuestras narraciones deben ser escuchadas (por otros y aun más importante por nosotros mismos) para poder comprenderlas, complementarlas y encontrarles sentido y significado, especialmente cuando venimos acompañados (normalmente por un psicoterapeuta) en el proceso de indagar qué debemos comprender.

Todos tendremos cicatrices, porque todos pasamos por momentos complicados, venimos heridos, decepcionados o maltratados, pero si trabajamos en ello lograremos cerrar las heridas para así darle un sentido a nuestras experiencias, aprender de ellas y que éstas sean motivo de resiliencia.

Ahora vamos al ejercicio para contar y transformar:

«Se necesita una barra de plastilina (pongo, Play-Doh) o una hoja de papel y un lápiz, pluma o colores. Busca un lugar donde estés a solas unos minutos sin ninguna distracción:

  • Piensa en lo que te paso y no has podido contar, o contaste pero te sigue lastimando. No debes centrarte en ningún detalle, sólo recordar el suceso.
  • Ahora piensa:  ¿A qué se parece lo que te pasó? Si tuvieras que darle forma,  ¿cuál tomaría? Te pido que lo pienses primero, antes de moldearlo con la plastilina o dibujar en el papel. No es necesario que dibujes la escena, sólo que pienses lo que podrías moldear o dibujar y represente lo que te pasó. Hay personas que moldean o dibujan corazones rotos, cuerpos humanos, cadenas, esferas con púas, una cabeza con colmillos, un fastasma o algo perdido. ¿A qué se parece eso que te pasó?Ahora si, toma la plastilina o el papel y plasma la figura o símbolo que representa lo que te lastima.
  • Una vez terminado, toma una hoja de papel y utilizando sólo un lado escribe una breve historia acerca de qué representa esa figura y qué pasó. Puedes empezar con algo como: «Este árbol de tronco retorcido es como mi vida, porque a pesar de tener raíces fuertes, la muerte de mi hijo fue como un huracán que me dobló y cambió el sentido de mi vida. La parte que no tiene hojas representa…» Escribe como si esa figura o dibujo fuera colocado en un museo y las personas leyeran una breve descripción de su autor para comprender la obra.
  • Ahora toma la figura o el dibujo y la hoja con tu narración. Si te es posible coloca ambas en algún lugar de tu habitación a la vista. Si lo prefieres, guárdalas en un lugar privado que sólo tù conozcas. En cualquier caso, mantén todo así por una semana.
  • A la siguiente semana vuelve a lo que creaste y a su narración. Mira la figura o dibujo mientras lees para ti en voz alta lo que escribiste en el papel. No reprimas ninguna emoción, pero tampoco la alimentes. Deja que aparezca lo que deba surgir.
  • Ahora vamos a transformar. Piensa cómo podrías transformar eso que te lastima en algo que te haga menos daño. No busco que pienses en algo «bonito» o «alegre», sino que te pueda inquietar un poco menos o te traiga algo de paz. ¿Cómo podrías transformar esa figura o dibujo? ¿En qué lo transformarías? ¿El corazón roto en uno unido, aunque con una cicatriz, o quizá ya no sea sólo un corazón sino una figura humana completa? La esfera podría perder sus picos o convertirse en una vasija. Del árbol de tronco retorcido podrías podar su follaje para hacer otra figura o trasformarlo en una ofrenda para alguien ausente.
  • ¿En qué crees que podrías transformar lo que lastimó para que duela un poco menos, que sea un poco distinto?
  • Si usaste plastilina, modifica parcial o totalmente la figurilla. Haz algunos cambios, grandes o pequeños para que la transformación se lleve a cabo. Si fue un dibujo, modíficalo si te es posible o elabora otro en una nueva hoja. Toma en tus manos la transformación de tu presente.
  • Al terminar, escribe nuevamente en una hoja de papel la historia de esa figura. Ahora puedes contar qué era antes, qué representaba y en qué lo transformaste. Algo como: «Este cuerpo es mío. Antes era una corazón roto porque alguien lo traicionó, era sólo una parte de mí y lo único que podía ver porque dolía mucho. Aún duele, pero no quiero ser sólo una parte lastimada de todo lo que puedo ser, por eso lo transformé en un cuerpo entero que es mi cuerpo y le puse los brazos extendidos porque…»
  • Ahora sí, me gustaría que esta nueva figura o dibujo lo pusieras en una parte visible de tu habitación o tu trabajo. La narración la puedes guardar en un lugar privado, pero tu creación sí me gustaría que la tuvieras a la vista por algún tiempo. El tiempo que tú quieras mientras sientas que te hace bien mirar lo que has hecho y lo que te lastimaba. De igual manera deja pasar una semana y lee en voz alta la nueva narración. Haz esto de vez en cuando durante las próximas semanas o meses. Por supuesto, puedes hacer cambios o ajustes si lo crees necesario. Lo importante es tomar tu vida entre tus manos y hacer con ella algo distinto. Escuchar tus historias y empezar a poner acentos en lo que cura y no en lo que enferma».

Espero de todo corazón que este ejercicio te pueda ayudar y sea un punto de partida. Recuerda que todos tenemos heridas, «traumas», pero lo importante es lo que hagamos con ellas, así que apóyate en un psicoterapeuta con el que puedas emprender un viaje hacia tu interior, para conocerte mejor y darle un nuevo significado a todo lo que haz vivido y sea un gran motivo para impulsarte y seguir mejorando.

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Selene Guglielmi

Italiana crecida en México, amante de la buena cocina y de experimentar nuevas recetas...pero no solo eso, también soy Facilitadora Mindfulness, es decir, estudié técnicas y prácticas mindfulness para nuestro bienestar integral, así que con pasión y dedicación te comparto mis recetas para alimentar tu cuerpo y tu alma. Bienvenido!!!

3 comentarios sobre “Hora de contar tu historia…de manera diferente

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