
YOGA
Por Selene Guglielmi
La premisa es que el mindfulness no va asociado sólo a actividades inmóviles, sino también al movimiento del cuerpo.
Cultivar la presencia en el cuerpo nos permite de cuidarnos, ya sea que estemos sanos o enfermos.
Muchas veces nos identificamos en la imagen limitante de nuestro cuerpo doliente, viejo o enfermo, sin verificar si de verdad los límites que nos hemos impuestos sean siempre reales y válidos. Renunciamos a priori a oportunidades que en realidad pueden aumentar nuestro bienestar. Esta visión puede conducirnos a la inactividad, a la inercia y a descuidar nuestro cuerpo.
El practicar yoga según el mindfulness, es una meditación en movimiento que representa también una oportunidad para regresar gradualmente a usar nuestro cuerpo, si lo hemos descuidado por uno u otro motivo.
El término “yoga” deriva de una raíz sánscrita que significa “unir”, unión de mente y cuerpo, en su experiencia de entereza.
A través del movimiento del yoga practicado en plena consciencia, aprendemos a acercarnos a nuestros límites, a explorar sus fronteras, sin nunca cruzarlos. Aprendemos a ser pacientes y a aceptar nuestro cuerpo en el momento presente.
Beneficios del yoga:
- Forma de ejercicio muy delicada
- Cada persona puede obtener beneficios
- Practicado regularmente combate la atrofia muscular por desuso
- Aumenta la flexibilidad y el equilibrio
- Genera energía
- Practicable también en condiciones de semi-inmovilidad
- Favorece la tonicidad
Directrices mindfulness aplicadas al yoga:
- No enfocarse en el progreso o el resultado. Debemos vivir con atención la experiencia del momento presente.
- Hay que asumirnos la responsabilidad de prestar atención a las señales que nos manda nuestro cuerpo. Escuchemos lo que nos dice y respetémoslo, asumiendo una actitud muy prudente.
- Seamos pacientes y no nos juzguemos, no debemos llegar a ningún lado, sino sólo escuchar nuestro cuerpo con consciencia, momento a momento.
- Aprendamos a conocernos con la mente del principiante. No demos nuestro cuerpo por sentado. No seamos rígidos pensando de saber lo que nuestro cuerpo puede o no puede hacer. Exploremos nuestros límites y las señales que nuestro cuerpo nos manda con curiosidad, manteniendo la consciencia instante a instante.
- Nuestro objetivo es el de conocernos mejor.
- Aceptemos nuestros límites, con benevolencia y tratemos de relajarnos en ellos.
No hagas yoga pensando en hacer acrobacias, en forzar tu cuerpo a hacer cosas para las que nos estás listo. Disfruta cada momento, haz cada movimiento poco a la vez, explorando lo que tu cuerpo puede o no puede hacer, y sorpréndete de la fuerte conexión que sentirás con él y de la paz que estos movimiento fluidos pueden proporcionarte.
