Hoy se celebra el día Internacional de la Conciencia, para promover la paz, la tolerancia, la inclusión, comprensión y solidaridad, pero como todo empieza POR UNO MISMO… qué ocasión perfecta entonces para hablarte de cómo podemos vivir en conciencia plena y practicarla A DIARIO y podamos ser ése cambio que queremos ver en el mundo.
Pero qué es conciencia plena o mindfulness? es centrar tu atención en lo que está sucediendo en el presente, en el AQUÍ Y AHORA, sin interpretaciones ni juicios, sólo observando.
Si estás cocinando, estás con tu mente ahí, en lo que estás preparando, utilizas tus sentidos para conectarte a eso que estás haciendo paso a paso, instante tras instante, en los ingredientes que tocan tus manos, en los olores que percibe tu olfato, en los diferentes colores que observan tus ojos… y cada vez que los pensamientos quieran proyectarte a un pasado o un futuro (como cuando empiezas a pensar en lo que harás después de cocinar), dulcemente y con paciencia traerás tu mente de vuelta a lo que estás haciendo.
Se dice fácil, pero no lo es, porque nuestra mente está hecha para pensar mil cosas y no parar nunca, tal vez pensarás, y no te voy a mentir… es un proceso que como todo lleva tiempo, para que luego se vuelva una cosa casi automática, un modus vivendi (una manera de vivir), un sano hábito para nuestra vida.
Yo desde que tomé un curso y me certifiqué como Facilitadora Mindfulness, estoy practicándolo lo más posible, y claro, hay días en que me sale natural y siento cómo todo fluye, soy más productiva y vivo serena disfrutando CADA INSTANTE y otros en que por más que lo intento mi mente divaga y me lleva a todo menos que al momento presente. Esos días me siento mal, frustrada, cansada, y hasta un poco enojada conmigo misma, porque he notado cuánto bienestar me brinda vivir en plena conciencia y por lo tanto quisiera lograrlo siempre, pero luego recuerdo que todo proceso lleva su tiempo, y que la paciencia es una gran virtud, entonces con mucha ternura me perdono por no haberlo hecho al 100 hoy, y pienso en la gran oportunidad que me da la vida de poder practicar también mañana.
Puedes iniciar hoy mismo, gradualmente, por ejemplo lavándote los dientes, estando consciente y completamente presente en cada cepillada que das, de todo movimiento que haces en esos 3 minutos y cada vez que a tu mente lleguen otros pensamientos (porque van a llegar!) con paciencia solo los “observes” y los dejes ir.
Como puedes ver, cada día y cada momento, en cada actividad que hagamos podemos practicar estar completamente presentes y conscientes… y entre más practiquemos más fácilmente lo integraremos a nuestra vida, SABOREANDONOS la vida a cada segundo, como si fuera nuestro platillo favorito, así que acompáñame en este maravilloso proceso y descubre qué rico y sanador es vivir en plena conciencia!