Una historia de amor

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Hoy, día de San Valentín, te quiero compartir una historia de amor VERDADERO, del que atraviesa fronteras, no reconoce distancias ni tiempo, y con sus altas y bajas propias de una vida normal, pero que con su intensidad y veracidad la hacen tan extraordinaria.

Gino y Lilly se conocieron en el lejano 1943, eran dos jóvenes de 20 y 18 años, en una época difícil en Italia: la Segunda Guerra Mundial.

Vivieron momentos que nosotros podemos tan sólo imaginar, o tratar de reconstruir por lo que hemos leído o visto en películas, pero que de seguro dejaron una huella indeleble en sus almas.

Ella era rubia y menuda, con ojos azules como el cielo y una dulce sonrisa que le encuadraba el rostro. Lilly era discreta, reservada, pero también muy amigable y sociable. El, por otro lado, era serio, educado, atractivo, de buenas maneras, como si la vida lo hubiera hecho madurar antes del tiempo, y la conquistó desde el inicio con su porte elegante y sus poesías.

Sí, su escritura era perfecta, y hubiera hecho enamorar a cualquiera, porque escribía con el alma y sus palabras hacían sobresaltar el corazón, como el sonido de las bombas que pasaban sobre sus cabezas. Y fueron estas palabras que acompañaron a Lilly por muchos años en los que estuvieron separados… fueron sólo las cartas que se escribían cada semana a darles esas ganas de vivir y de seguir soñando un futuro juntos.

Los años pasaron, la guerra terminó, pero sus efectos devastadores tardaron en desaparecer, y por varios años siguieron viviendo lejos en esa relación que los había visto crecer.

Esta historia de amor perduró por más de 28 años, fueron casi 10 años de noviazgo (la mitad separados por cientos de kilómetros de distancia), coronados por un matrimonio celebrado el 19 de octubre de 1953, con la ilusión de permanecer juntos por el resto de sus vidas.

Y fue así, al menos hasta que en el 1971, a sólo 48 años de edad Gino deja para siempre a Lilly y a su pequeña hija. Abandona este mundo dejando un vacío incolmable en su amada esposa que lo veneraba y en la linda criatura, que después de casi 10 años, por fin había llegado.

Lilly nunca quiso rehacer su vida, ningún hombre hubiera podido llenar sus expectativas, porque como decía Gabriel García Márquez: “La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y es gracias a este artificio que logramos sobrellevar el pasado”.

Esta pareja que vivió enamorada por casi 30 años, hasta que la vida decidió separarlos, eran mis abuelos maternos. Aunque no tuve la suerte de conocer a mi abuelo Gino (Luigi), tuve la enorme bendición de crecer al lado de mi abuela Lilly, mi “Nonna” hermosa, que fue una de las personas que más he admirado por su gran resiliencia y fortaleza, por su generosidad, bondad y dulzura.

Hoy mi deseo para ti es que vivas un amor así de intensamente… no será perfecto, tendrá sus altas y bajas, momentos de crisis y de completa armonía, pero les deseo que logren trabajar juntos para alimentar ese amor a diario, para que esa admiración inicial nunca se agote, para que se encaminen juntos y tomados de la mano logren sobrellevar cada adversidad que la vida les proponga. Un amor REAL y fuerte que no vea distancias, ni tiempo, ni guerras, porque el amor verdadero llega, pero sobre todo SE CONSTRUYE y se sigue ALIMENTANDO como una llama viva, y ni la muerte es capaz de extinguirla.

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Selene Guglielmi

Selene Guglielmi

Italiana crecida en México, amante de la buena cocina y de experimentar nuevas recetas...pero no solo eso, también soy Facilitadora Mindfulness, es decir, estudié técnicas y prácticas mindfulness para nuestro bienestar integral, así que con pasión y dedicación te comparto mis recetas para alimentar tu cuerpo y tu alma. Bienvenido!!!

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