Texto de Eckhart Tolle en “El poder del ahora”
Distanciarse de los propios sentimientos no significa rendirse.
En ciertas situaciones extremas, puede ser imposible aceptar el Ahora. Pero hay siempre una segunda posibilidad con la rendición.
Tu primer posibilidad es la de rendirte a cada momento a la realidad del presente. Sabiendo que lo que existe no puede ser borrado (porque ya existe) dices que sí a lo que es o aceptas lo que no es. Luego haces lo que debes hacer, cualquier cosa la situación requiera. Si permaneces en este estado de aceptación, no creas más negatividad, ni sufrimiento, ni infelicidad. Entonces vives en un estado de no resistencia, en un estado de gracia y ligereza, libre de la lucha.
Cuando no logras hacerlo, cuando pierdes esta posibilidad (porque no generas suficiente presencia consciente para impedir a los esquemas habituales de resistencia inconsciente de emerger, o porque la condición es tan extrema que para ti es absolutamente inaceptable) entonces creas alguna forma de dolor, alguna forma de sufrimiento. Podría parecer que sea la situación a causar el sufrimiento, pero en realidad no es así: es la RESISTENCIA a producirla.
Y he aquí entonces la segunda posibilidad para rendirse. Si no logras aceptar lo que existe exteriormente, acepta lo que existe INTERIORMENTE. Si no puedes aceptar la condición externa, acepta la interna. Esto significa: no opongas resistencia al dolor. Permítele existir. Ríndete al sufrimiento, a la desesperación, al miedo, a la soledad o a cualquier forma de dolor. Testimónialo sin etiquetarlo mentalmente. Acógelo. Luego mira cómo el milagro de la rendición transforma el sufrimiento profundo en PAZ PROFUNDA. Esta es tu crucifixión. Hagamos de manera que se vuelva tu resurrección y tu ascensión.