Es una pregunta que suena tonta, a la cual casi nunca damos una respuesta más profunda, porque nos parece una cuestión de sobrevivencia o de placer y nada más. En realidad, habría que preguntarnos esto desde un punto de vista EMOCIONAL.
Si, porque lo que escogemos para alimentar nuestro cuerpo, que lo nutra o no, muchas veces lo hacemos precisamente para tratar emociones no liberadas, para colmar vacíos, para curarnos las heridas por algún abandono o separación…
Numerosos psicólogos han dedicado sus vidas a estudiar la relación que hay entre los problemas de peso y nuestras emociones, y en general podemos decir que vienen asociados: la obesidad con un conflicto de abandono o separación, la falta de peso a un conflicto de desvalorización o a querer desaparecer porque se percibe algún tipo de amenaza o peligro y hay que estar preparados para huir. El sobrepeso, en general, se produce porque se acumula grasa, que equivale a una reserva de energía porque en algún momento se ha podido interpretar que el alimento o la protección van a faltar, entonces nuestro organismo, que es sumamente sabio, activa inmediatamente un mecanismo para conservar esta grasa para así sentirnos protegidos. Asimismo, puede ser una manera de aislarnos de algún factor estresante o amenazante, porque se crea una “barrera extra” para mantenernos a distancia del otro o del exterior.
Por lo tanto, para descodificar y sanar los problemas de peso hay que evaluar:
- El metabolismo
- La dieta y el ejercicio (que en estos casos suelen producir resultados limitados)
- Factores emocionales
- El significado simbólico de la comida
- La historia personal y familiar
Hay que comprender cuál es la emoción asociada a esta condición, por ejemplo una sensación de vacío, cuando se siente la necesidad de rellenar algo que sentimos que nos falta. Porque es cierto que muchas veces comemos para huir de frustraciones, para consolarnos, tapar miedos y enojos, para castigarnos o premiarnos…
Y muy importante también el significado simbólico que le damos a la comida, lo que representa el alimento y lo que nutre, y establecer esa relación que se ha creado como respuesta al estrés.
Por este motivo es sumamente útil practicar el MINDFUL EATING, es decir, comer con plena conciencia, presentes al 100%, con calma y presencia se come mejor (porque somos conscientes de lo que introducimos como alimento en nuestro cuerpo, de las cantidades y de nuestra saciedad) que muchas veces ignoramos porque comemos mientras hacemos otra cosa, nos distraemos con otras actividades y nos olvidamos de lo que estamos haciendo y de gozar y SABOREAR cada bocado, apreciar texturas, sabores, etc. y parar cuando, al ESCUCHAR NUESTRO CUERPO sentimos que estamos satisfechos.
Para esto te invito a leer, si no lo has hecho, mi texto acerca de esta práctica:
http://recetasapruebadeerror.com/2021/06/07/mindful-eating-mindfulness-y-alimentacion/
Y también te dejo el enlace a mi ejercicio para que inicies con el mindful eating:
http://recetasapruebadeerror.com/2021/06/01/ejercicio-de-la-uva-pasa/
Como dice Ángeles Wolder, gran terapeuta con una enorme experiencia en el campo de la descodificación biológica, autora de libros maravillosos como “Hambre Emocional” y fundadora del Instituto Ángeles Wolder: “La solución no es estar en lucha, sino que pasa por entender por qué nuestro cerebro se siente en peligro y entender la lógica del síntoma. Identificar nuestras emociones para poder expresarlas y soltar todo el estrés con el que lidiamos día a día”.
Esta autora, de hecho nos invita a preguntarnos si lo que tenemos es hambre REAL o EMOCIONAL, y nos deja claras las asociaciones que hay entre, por ejemplo, las harinas y la familia; el azúcar con pensamientos de lucha constante (tengo que resistir, tengo que oponerme, etc.) en donde se requiere un gran esfuerzo físico pero que ingiriendo este tipo de alimentos no consumimos a nivel físico (sino a nivel mental con todos estos pensamientos de lucha) y al final se acumula en nuestro cuerpo provocando el sobrepeso.
Por lo tanto nos deberíamos de preguntar:
- ¿contra qué cosa estoy luchando?
- ¿a qué me estoy resistiendo?
- ¿qué necesidades vitales tengo?
- ¿qué estoy tapando o cubriendo?
- ¿qué vacío tengo que necesito colmar?
- ¿cuál es la gran soledad por la cual estoy atravesando?
Y entonces comencemos a verbalizar nuestras emociones, escribe, expresa de alguna manera todo lo que sientes y explora esos posibles orígenes emocionales de tu hambre… y verás cómo te ayudará enormemente a controlar tu peso para estar en salud, obviamente aunado a una alimentación equilibrada y al ejercicio.
EN ESTE BLOG UNO DE MIS PRINCIPALES OBJETIVOS ES ESTO: HACER CONCIENCIA ACERCA DE COMO ALIMENTAMOS NUESTRO CUERPO Y DE COMO ALIMENTAMOS NUESTRA ALMA (PENSAMIENTOS, CREENCIAS LIMITANTES O POTENCIADORAS, PREJUICIOS, ETC.) PARA CUIDARNOS Y CONSTRUIR NUESTRA MEJOR VERSIÓN, PARA NUESTRO BIEN Y EL DE NUESTRO ENTORNO Y SOCIEDAD.
Espero de todo corazón que a alguien pueda servirle esto que escribo y en serio mil gracias por prestarme un poquito de su tiempo. Besos y bendiciones a todos!!!
REFERENCIAS:
Wolder, Angeles, “El Arte de escuchar el cuerpo: Descodificación Biológica Original”, 2016.
Corbera, Enric, “Tratado en Bioneuroemoción: Bases Biológicas para el cambio de conciencia”, 2014.
Curso de Biodescodificacion (cursodebiodescodificacion.com)
https://www.saludterapia.com/articulos/a/3073-biodescodificar-el-sobrepeso.html
Un comentario en “ ¿Porqué como?”
Excelente 👌 muy interesante!! Gracias ❤️