Según la Escuela de Ecopsicología de España: “La Ecopsicología ha surgido de la reflexión sobre el sufrimiento de las personas y del planeta y constata que mucho sufrimiento innecesario proviene de la separación que los sapiens hemos establecido con la naturaleza, con nuestra madre.”
No nos olvidemos de que formamos parte de la naturaleza, por lo tanto la separación de ella produce desorientación, aislamiento y pérdida de poder en los seres humanos, y un trato utilitarista y hostil hacia la madre tierra.
En un estudio de 20.000 personas, un equipo dirigido por Mathew White del Centro Europeo para el Medio Ambiente y la Salud Humana de la Universidad de Exeter, se encontró que las personas que pasaban dos horas a la semana en espacios verdes (parques locales u otros entornos naturales, ya sea todos a la vez o espaciados en varias visitas) tenían una probabilidad sustancialmente mayor de reportar buena salud y bienestar psicológico que aquellos que no lo hacían. Dos horas a la semana es factible para la mayoría de nosotros, y si consideramos sus potenciales beneficios concordarás conmigo de que vale la pena.
Diversos estudios han demostrado que el tiempo en la naturaleza, siempre y cuando la gente se sienta segura, es un antídoto para el estrés: Puede reducir la presión sanguínea y los niveles de hormonas del estrés, reducir la excitación del sistema nervioso, mejorar la función del sistema inmunológico, aumentar la autoestima, reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo. El Trastorno por Déficit de Atención y la agresión disminuyen en los ambientes naturales, lo que también ayuda a acelerar el ritmo de curación. En un estudio reciente, los investigadores de la unidad psiquiátrica descubrieron que el estar en la naturaleza reducía los sentimientos de aislamiento, promovía la calma y levantaba el ánimo de los pacientes.
Precisamente por estos motivos, los gobiernos han iniciado a implementar diversos programas para aumentar las áreas verdes en nuestras ciudades y hasta en muchos lugares como Washington, crear Escuelas al aire libre, en donde la mayoría de las actividades y juegos se realizan en áreas externas.
Los estudios muestran que los efectos de la naturaleza pueden ir más allá de proporcionar una sensación de bienestar, ayudando a reducir el crimen y la agresión. Un estudio realizado en 2015 sobre 2.000 personas en el Reino Unido reveló que una mayor exposición a la naturaleza se traducía en una mayor cohesión de la comunidad y en tasas de delincuencia sustancialmente más bajas.
Además, según la Teoría de la Restauración de la Atención, (Rachel y Stephen Kaplan), prestar atención en ciudades bulliciosas, en el trabajo o en otros entornos estresantes requiere una buena dosis de esfuerzo. Sin embargo, en un entorno natural, los Kaplan descubrieron que la gente prestaba atención de forma más amplia y con menos esfuerzo, lo que lleva a un cuerpo y una mente mucho más relajados.
Resumiendo, estar en contacto con la naturaleza, entre otros muchos beneficios:
- Oxigena nuestro cuerpo
- Reduce la producción del cortisol, la hormona del estrés
- Controla la presión arterial
- Mejora nuestro sistema endocrino
- Regula nuestro metabolismo y sistema digestivo
- Reduce dolores de cabeza
- Reduce tensiones musculares
- Ayuda a regular nuestros ciclos biológicos
- Estimula tu creatividad
- Ayuda a aliviar la ansiedad
- Ayuda a aliviar los síntomas de la depresión
- Mejora la calidad del sueño
Así que con todas estas maravillas no tienes ninguna excusa para no aprovechar este fin de semana para conectar con la naturaleza, admirar el paisaje, respirar aire más limpio y alejarte de los miles ruidos de la vida citadina, para disfrutar de lo que la Madre Tierra nos sigue regalando a pesar de nuestro constante maltrato y desinterés. Cuidemos nuestro Planeta, porque recordemos “THERE IS NO PLANET B”