¿En qué estás pensando?

A todos nos ha pasado, estamos lavando platos y estamos pensando en que luego tenemos que hacer esa llamada que quedó pendiente.

Estamos paseando con nuestro perro y en lugar de admirar el paisaje, acariciar a nuestro perrito o concentrarnos en nuestra caminata, estamos pensando en lo pesado que fue nuestro día, en esa discusión con un colega o amigo.

Y así nos la pasamos todo el día, siempre un paso adelante con la mente, sin prestar atención plena a lo que estamos haciendo en ese momento, al MOMENTO PRESENTE en sí, a disfrutar y a percibir con nuestros 5 sentidos lo que está sucediendo en ese preciso instante.

Pareciera normal, común, y lo es, porque la sociedad actual y sus ritmos frenéticos nos llevan a eso… pero NO es un estado NATURAL y SANO para nuestro bienestar, sólo nos estresa y agita más, nos lleva a estados de ansiedad y de insatisfacción. Sentimos que el tiempo no nos alcanza para nada, vivimos permanentemente agitados y desesperados, desde que nos levantamos por la mañana hasta que vamos a dormir, esperando (aún sin cambiar nada de nuestras estresantes rutinas) que al día siguiente nos sintamos mejor.

Pues te tengo una noticia: por experiencia propia te lo digo, eso no va a pasar!

Si tú no cambias tu manera de pensar, si no practicas el mindfulness (que no es otra cosa que permanecer en el momento presente sin juicio alguno) y sigues sin organizar tu jornada en base a tus verdaderas prioridades y valores, sino simplemente corriendo como loc@ de un lado a otro tratando de hacer más cosas posibles, NADA DE ESTO VA A CAMBIAR. Seguirás estresad@, agitad@, con miles de pensamientos «amontonados» en la mente, con un nivel de ansiedad elevado y la sensación constante que el tiempo no te alcanza para nada y que no puedes permitirte ni un minuto de descanso.

Cuando tomé el curso de Mindfulness se me abrió un mundo. Ya practicaba meditación y yoga, pero al estudiar cómo funciona nuestro cerebro y las varias técnicas que pueden ayudarnos a permanecer en el momento presente y sus grandes beneficios, empecé a notar enormes cambios en mi vida.

No te voy a negar que es un trabajo arduo y CONSTANTE, nunca se termina de practicar, no hay que buscar «dominar» este tema y que ya nunca nos pase que la mente se nuble con tanto pensamiento y perdamos la «brújula», simplemente hay que seguir ejercitándonos como si fuera ir al gimnasio y fuéramos a trabajar en nuestros músculos. Si dejas de ir, de seguro tus músculos con el tiempo perderán su fuerza, asimismo sucede con el mindfulness, hay que seguir practicándolo y volviéndolo un sano hábito para que nos aporte los mayores beneficios.

Te confieso: hay periodos en donde me sale perfecto, hay otros, como éste, en que se me complica más y el esfuerzo que debo invertirle es mayor. Pero créeme que vale la pena, cada minuto que logras vivir en presencia plena es un minuto más de bienestar, de salud mental, de serenidad y hasta de conexión contigo misma y con el Universo.

Uno de los principales objetivos de este blog es impulsar y motivar a más personas a conocer el mindfulness, a practicarlo y a mejorar así sus vidas. Podemos hacerlo todos, en todo momento y hay muchas maneras diferentes de hacerlo; para cada quien se puede ver diferente pero lo importante es que te reconectes, de esta manera todo empezará a fluir mejor, te lo aseguro.

» Cada vez que eres capaz de observar tu mente, ya no estás atrapado en ella.»

Eckhart Tolle