Como nos dice Louise Hay en su libro «Afirmaciones»: «Las afirmaciones abren puertas. Son puntos de partida en el camino hacia el cambio».
Esta increíble mujer fue una escritora y oradora estadounidense, considerada una de las precursoras de libros de autoayuda. Dedicó su vida a estudiar y comunicar a través de sus maravillosos libros (como «Sane su cuerpo» y «Usted puede sanar su vida») cómo muchas de las enfermedades que padecemos tienen un origen o causa psicosomática, además de fundar un instituto de enseñanza, una fundación y una editorial donde publicaba los trabajos de grandes autores como Deepak Chopra.
Difundió programas de terapias alternativas y colaboró activamente con enfermos afectados por el sida. Su experiencia de vida la llevó a efectuar múltiples conferencias, seminarios y apariciones públicas, ofreciendo consejos para combatir los temores y las causas de los malestares de la gente.
Desgraciadamente falleció en el 2017, pero nos dejó un enorme legado: sus iluminantes enseñanzas que se fundan en el trabajo interior, en mejorar nuestra autoestima y recordar que lo que creemos es lo que creamos. Es por eso que creía firmemente en el poder de las afirmaciones positivas para sanar nuestra vida.
Su filosofía parte de considerar el ser humano como una entidad global física-mental-espiritual. Nuestros pensamientos se traducen en emociones de efectos directos sobre nuestro organismo, pudiendo bloquear sus funciones o, por el contrario, ayudándonos a acelerar el proceso de sanación.
Todo parte de nuestros pensamientos, nuestras creencias que muchas veces son limitantes y sólo nos perjudican alimentando energías negativas que pueden provocarnos malestares, accidentes y hasta enfermedades.
También Mahatma Gandhi hablaba de esto: “Tus pensamientos se convierten en tus palabras, tus palabras se convierten en actos, tus actos se convierten en tus hábitos y estos son los que al final trazan tu destino”. Creo que no hay verdad más profunda que esta.
Así que como siempre digo, pongamos mucha atención a nuestros pensamientos, ése es el «alimento» de nuestra alma, por lo tanto así como cuidamos lo que comemos, y saboreamos cada bocado que decidimos comer, así hay que cuidar lo que dejamos que entre en nuestra mente, en nuestro espíritu, y cuando vemos que es algo que no nos «alimenta» y por el contrario, nos aporta malestar hay que tratar de hacer una profunda depuración. Esto no es sencillo, mucho menos rápido y es un trabajo constante, diario, es un camino que aunque complejo vale la pena que emprendamos.
Yo misma estoy en ese camino, aprendiendo a mirarme dentro, a reconocer qué pienso, porqué lo pienso, qué sensaciones me provoca pensar eso, y haciendo este trabajo he descubierto mucho de Selene, cosas maravillosas que no creí tener en mi interior y también muchas cosas que no me agradan para nada y que estoy tratando de depurar. Es todo parte del proceso, y hay que ser valientes para hacerlo, para explorar dentro de lo más recóndito de nuestro ser y permitirnos ser luz y sombra, y aceptarnos y amarnos tal como somos.
No sé si este proceso tenga un final, si he de ser sincera, creo que venimos a este mundo a APRENDER, y como nunca se termina de aprender, considero que es un arduo trabajo continuo que no debe de tener una meta final o una fecha límite, en donde tendremos todo tema que nos aquejaba dominado; más bien hay que disfrutar de cada paso que damos y simplemente tratar de trascender y dejar una huella positiva con nuestro pasar.
Te dejo con un breve video sobre las principales enseñanzas de Louise Hay, esperando que puedan ser un bálsamo para tu alma, y te den la inspiración y motivación que tal vez necesites para sanar tu vida 😘😘
